2005-10-13

Una historia real.( contada como con detectives)

Antes de empezar este post, quiero invitarlos a visitar el blog de dos amigas: de Simonne ya sabía que esperar, pero Sirene me pareció una grata sorpresa ( igual me gusta más lo que yo hago).

Estaba sentado en mi despacho esperando a que se hiciera de noche, había sido un día flojo, jugar cartas con mis compañeros detectives, hablar de aquellos buenos casos de los años 20, no había aparecido ninguna rubia platinada con un cuerpo escultural requiriendo mis servicios. Me habían engañado los del entrenamiento detectivesco, no había glamour ni mujeres hermosas en mi dia a dia. ya me había puesto mi gabardina amarilla, me miré al espejo y tuve que aceptar que no me parecía en lo mas minimo a Dick Tracy.
Entonces entró ella, su cuerpo se mecía de un lado al otro, y me miraba de manera seductora. Necesito tu ayuda me dijo, pero tienes que hacerlo antes de que llegue la policia. Entonces la reconocí, era Martina.

Ahhh, Martina, ella y yo nos habíamos conocido hacía años, su manera de actuar me fascinaba, sus ojos eran grandes y hermosos, y su voz era como un canto del cielo. La lluvia empañaba la ventana, por eso supe que teníamos tiempo antes de que llegara la policia, ella estaba tranquila, sé que no le importaba mi destino, sólo queria mi ayuda. Yo la había querido, el alma de aquel pobre hombre que murió por su culpa podía atestiguarlo. Le ofrecí algo de tomar y ella se quitó el abrigo, necesito encontrar al "Hidalgo Robaidentidades", me dijo mientras bajaba el rostro y hacía gestos de llorar. Ahhh... el hidalgo había atacado de nuevo, y el haberla atacado a ella, era justo la pista que me hacía falta. No quería ayudarla, pero sus ojos brillantes que me miraban, tiernos, me convencieron. Sé quien es, le dije. ¿Lo conoces? me preguntó; La conocemos, dije. Sí, la conociamos, antes de conocer a Martina había conocido a Marianela.

Entre nosotros hubo quimica segun recuerdo, pasamos 5 dias juntos en aquella playa desierta luego de destruír al Doctor Gon O. Rea. La pasion se sentía en el aire, Nos aprendimos nuestros cuerpos en aquella ocasión, pero luego al regresar a la sociedad, todo acabó.

Ella se alejó de mí por miedo al que diran. -Martina, Ya mismo voy a llamar al jefe de policía- dije, - Sé quien es, y tengo pruebas-. Ella parecía confundida, pero sonrió y me dijo que ella tambien lo había pensado. No sé porque Marianela me seguía viendo como algo suyo, si me veía interesado en alguien hacía hasta lo imposible por separarnos, amenazarlas, robarle los celulares, evitar que yo consiguiera sus numeros ; jamás entendí porque seguí cerca de ella a pesar de todo lo que yo sabía. Bueno, sé por qué, si yo le pedía algo ella no me lo podía negar, y eso podía ser util. Pero era hora de terminar con ella.

Estaba dejando de llover, salí por la ventana y corrí , como un rayo amarillo y lento, por las calles del centro hasta la casa de Marianela. Saqué mi arma, ni siquiera intentó defenderse, dos disparos despues la casa estaba llena de polizontes y yo escapaba de la justicia.Dos meses despues en una de mis visitas rutinarias a la casa de Martina, en las que ella me comentaba sobre todo lo que pasaba con respecto al mundo criminal. Ese día se levantó de la silla y me dijo que el Hidalgo Roba identidades la había atacado de nuevo, se había hecho pasar por ella en un evento social, en el cual había plantado una bomba. - pero es imposible-, le dije mientras me levantaba, -aqui hay gato encerrado- pensé. Martina sacó un arma de su bolso antes de que yo pudiera huir, gritó un nombre que ahora no recuerdo y la sala se llenó de polizontes armados. Entonces supe que todo estaba planeado desde el principio, yo había sido siempre su culpable.

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