2005-03-30

Un brindis por los rincones

Segun el diccionario de elmundo.es un rincón es: un escondridijo o lugar discreto y apartado, o tambien un lugar o espacio pequeño. Mi abuelita materna me solía decir: -¡¡En los rincones vive el diablo!!-. A mi me gustaban mucho y todavía hoy me encantan los rincones. A la definición de rincon yo añadiría que usualmente son lugares oscuros, y que en ellos uno se divierte mucho.

¿Quién nunca se escondió en un closet para asustar a alguien que se dirigía al cuarto? y si uno sabía lo que hacía se quedaba en silencio unos minutos mientras la persona se acomodaba, y entonces cuando ella o él menos se lo esperaban uno saltaba del closet gritando por sangre. De los rincones dentro de los closets guardo muy buenos recuerdos, los rincones bajo las camas son excelentes para huir del mundo, son oscuros, llenos de polvo y silenciosos, la oscuridad y el silencio nos aislan del mundo, y el polvo nos intoxica acercandonos, como en un baile, a la muerte(la calidad de las visiones depende enteramente de la calidad y cantidad del polvo).

Los rincones bajo la linea de vision de las ventanas nos permiten oír a otras personas hablar sin que sospechen de nuestra presencia, y así enterarnos de un par de cosas que tal vez no podríamos saber si estuvieramos con ellos. Cuando la luz se va durante la noche, cada casa se convierte en un rincón gigantesco, y entonces salen a relucir nuestros instintos más profundos y nos escondemos bajo la cama, en un closet, en un lugar oscuro del patio o la terraza con otra persona para aprender a sentir su cuerpo como si fuera el nuestro hasta el punto en que se cree poder reconocerla(o) en la oscuridad con los ojos cerrados entre miles de personas iguales a ella(el). En los rincones de nuestro cerebro se encuentran nuestros deseos más ocultos, nuestros pensamiento más sucios, nuestros odios más profundos y como no, nuestros cariños más sinceros, en fin las especies más deliciosas que habitan en nuestra mente.

Y están las esquinas perdidas de esos lugares en que nos encontrabamos para hacer lo que nos estaba prohibido, o para encontrarnos con esa o ese con la(el) que no queriamos que nos vieran en publico, o simplemente para desfogar nuestros deseos mutuos en un lugar no tan privado. Y los rincones a los que ibamos a pensar, como el tejado de la casa en que uno vivía, o la terraza de ese edificio desde el cual se puede ver la mayor parte de la ciudad, o en medio de las personas sentado y quieto como si se fuera una estatua en medio del eterno movimeinto caotico humano.

No sé si en los rincones viva el diablo, pero si es él quien nos insinua hacer tan buenas cosas, bienvenido sea, y le pido que se instale en un rincon de mi corazon. Brindo por los rincones y por los rinconeros, aquellos que igual que yo crecieron sintiendo que los rincones eran el mejor lugar del mundo para estar solo o acompañado. Brindo por los rincones, por lo bueno y por lo malo que nos permiten hacer, y porque sin ellos la vida no tendría ese sabor agridulce que tanto disfruto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

adoro los rincones...son tan tan tan...arrinconados...

Bekisines, siento no postear mas a menudo pero apenas conecto :P