2005-03-23

me estoy haciendo viejo

Me estoy haciendo viejo, y no lo digo por que tenga un par de canas en mi barba(cuando me la dejo crecer, y eso, si se le puede llamar barba a esa cosa que me sale), ni porque ya sea capaz de mirar al futuro al pasado y sentirme justo en en el medio, sino por que me he dado cuenta de que puedo disfrutar con la felicidad del otro.

Desde que uno es niño sabe sufrir con el otro, nosotros los hombre decimos Ughhhh o Uyyyich y nos protegemos nuestras "partes privadas", cruzamos nuestra rodilla menos util sobre el area en cuestion cuando en alguna pelicula como acto humoristico lastiman la ingle de un sufrido especimen masculino. las niñas son un poco menos conscientes del dolor ajenos, pero igual el rostro que ponen cuando se enteran de que a una de sus conocidas sufre de dolicos mucho más terribles que el colico promedio hace que se entienda que ellas tambien puede sentir piedad.

Sentir el dolor del otro no es facil, pero tampoco significa mayor cosa. pero mientras uno va creciendo se da cuenta de que ya no puede hacer ciertas cosas como saltar en los colchones inflables, o en el caso de una primita que tiene 12 años meterse en las piscina de bolas con laberintos, toboganes y cosas para escalar. Despues se deja de fantasear con ser un famoso, y tener mucho dinero y comprar toda una ciudad para uno solo y no compartirla con nadie( mi sueño secreto, algun dia voy a comprar a madrid y a barcelona, y voy a hacer que sus equpos jueguen contra el otro todos los dias antes de mi desayuno )

Luego se debe aceptar que dado que uno no es un cantante famoso debe dejar de soñar con salir con quinceañeras. en otras palabras deja de perseguir a Juanita para perseguir a la mamí de Juanita, que de todas maneras es toda una mamasita, no se puede negar. el problema es que algun tiempo más tarde la madre de Juanita Jr. , osea Juanita, es una quinceañera en comparacion con uno, asi que se contenta con la abuelita de Juanita Jr. , suponiendo que ya no se acuerde de uno, que aun sienta algo.

Y así uno se va acostumbrando a ya no hacer ciertas cosas, y aprende tarde o temprano a disfrutar porque el nieto de uno esta saliendo con Juanita Jr. con todo lo que eso pueda implicar. o a disfrutar con la sonrisa de un niño que brinca en un trampolin al que uno lo llevó. uno aprende a desfrutar viendo que otras personas se compran una ciudad para ellos mismos y la demuelen completamnete para tener donde hacer los aerobicos sin que nadie los moleste, eso si algun dia se deciden hacer aerobicos. De pronto para algunas personas eso sea bueno, a mí me parece lo peor, significa que ya en mis ventitantos años he desistido de perseguir quinceañeras( eso de ser lobo detras de caperucitas no se me da muy bien pero me parece que debe ser super divertido), de saltar en trampolines, de soñar con monstros que me persiguen y levantarme asustado, de creer sinceramente que el actual va a ser el ultimo Papa.

Renunciar a ser un niño no es malo, ahora soy un adulto desde hace algunos años, pero no quiero renunciar a mirar el mundo y asombrarme, me gusta saltar y me gustan las mujeres más jovenes que yo. Disfruto siendo malvado, riendome de mi mismo, tirando las rocas al agua y hacerlas saltar varias veces, contando cuentos, diciendo mentiras, inventando mundos alternativos, jugar y soñar con ser dragón. a lo que quiero ir es a que decir: ya soy muy viejo para eso, o para aquello, o eso es para gente joven, eso ya no es para mi puede ser correcto en algunos casos, pero generalmente no es más que un amanera de negar las fuerzas y deseos propios.

Si tu tienes muchas ganas de perseguir quinceañeras
Si tu tienes muchas ganas de perseguir quinceañeras
y si tienes la razon y si no hay oposicion
no te quedes con las ganas de persegir quinceañeras.

1 comentario:

Miguel Pinto dijo...

En tu escrito me veo reflejado al 100%, siempre pienso lo mismo, hay que empezar a reconocer cuando tenemos que dejar de hacer cosas, y así simplemente dejar de hacerlas, y además ser feliz, aunque lo de perseguir quiceañeras sea muy estimulante, probablemente nos tengamos que conformar con la mami de la quiceañera, con la abuela, ¡jamás!, por pura dignidad. ;-)