cuando sea grande.

Me hace falta el jugar, no sé que pensaria un sicologo pero para mi el jugar sigue siendo una parte importante de mi vida. A veces, me siento atrapado en la realidad y siento que me hacen falta los dragones, y los principes, las princesas y los caballos que corrian a toda velocidad hacia ninguna parte, porque en cualquier lugar habían aventuras. Una amiga me dijo que todas las mujeres cuando niñas soñaban con ser princesas o reinas de belleza. yo tenía tambien amigos hombres que secretamente soñaban con ser principes, y en esos momentos levantaban su rostro hacia el cielo y el viento revolvia sus cabellos, mientras sus manos sostenian una rama que sentia como sus espada. Tuve tambien amigos que deseaban lo mejor para sus amigos, querían ser el sancho de todos los alonsos( QUIJOTES) que conocian; ellos soñaban son ser el amigo de aquel principe que rescataba a la princesa. Tuve amigos tambien sin aspiraciones de ningun tipo pasaban sus dias paracticando formas nuevas de rebuznar, ellos la verdad es que deseaban ser burros, en los cuales se movilizarían la realeza del mañana. Pero yo queria ser dragón.

Yo queria ser grande, malvado , verde , con escamas en todas partes de mi cuerpo y tener la habilidad de escupir fuego por mi nariz, aunque no me molestaba la idea de escupir acido como he escuchado que algunos dragones tienen la costumbre de hacer. yo quería perseguir a las princesas y comermelas de un solo bocado, queria saber a que sabía la carne de principe chamuscada, y digamos la verdad, queria ser verde y grande y alado para vengarme de algunas bromas que me hacian mis amigos que querian ser principes, solo porque yo queria ser un dragon.

Y ahora mis amigos que querían ser principes, son lo más parecido al estereotipo de caminoeros gringos que sepueda uno imaginar. El otro dia me encontre con uno de ellos y le dije: - quiubo juaco, que tal , como te ha ido- él me detuvo en seco, y mirandome de mala manera me dijo: ya no me llaman juaco, ahora me dicen Joe- cuando una persona acepta ser llamada por un monosilabo ha renunciado a ser de la realeza. Mis amigos que querian ser los fieles escuderos de los pricipes azules, han renunciado a su trabajo como escuderos y se han dedicado a vender souvenirs en las calles a quien se los quieran comprar, sus tiempos de luchar contra dragones han terminado. Los que tenían vocación de burros lo son, en ese sentido no más que decir. Y yo aún deseo ser dragon, y este sería el mejor momento para serlo los principes caballeros que luchaban contra nosotros han pasado de moda, pero la carne de princesa atraviesa su más delicioso momento; -excelente cosecha- diría un gourmet si fueran vinos; nosotros los dragones nos contentamos con lamernos los labios.