2005-05-01

bellos recuerdos de la infancia.

Hoy me fuí para el centro de la ciudad desde antes del medio día, cuando estaba saliendo del transmilenio me encontré con uno de mis profesores, un tipo bacan, él. Cuando me lo encontré el estaba tanteando el suelo con un bastón cómo si estuviera ciego, me le acerqué y siguiendole el juego lo saludé y busqué su mano como se supone que uno debe hacer cuando saluda a un ciego. Lo ayude a cruzar la calle y fuimos hablando, le pregunté si se estaba haciedo el ciego o había perdido la vista desde el jueves que fue la ultima vez que lo ví. Dijo que estaba ciego, pero me di cuenta de que sólo se estaba haciedo el ciego para investigar las actitudes de la comunidad para con los ciegos. quedamos en que el otro domingo iba a acompañarlo, como ciego, porque los ciegos , segun mi experiencia, prefieren ir acompañados.

Perdonen si el termino ciego los ofende o algo así, yo creo que a las cosas hay que llamarlas por su nombre, nada de incapacitado ocular o discapacitado visual o visualmente retardado ( este me gusta para la gente poco fotogenica como yo ( soy un chico visualmente retardado).

Pues yo de niño, lo cual era la idea de todo este post, disfrutaba haciendome el ciego, sobre todo en los primeros dias de clase, y cuando tenía que caminar hasta mi casa ( si creen que eso es malo, deberian escuchar mis historias de verdad malvadas). Un día un par de señoras de más de 60 años, canosas, arrugadas, con los cachetes y los senos caidos me tomaron por los brazos y me preguntaron ¿ dónde vives niño? yo les dije mi dirección y me llevaron caminando unas 15 cuadras hasta el frente del edificio en el que yo vivía. cuando llegamos a la puerta me preguntaron en que piso vives? yo: en el quinto. -¿Y hay ascensor?- yo: -No-.

Me guiaron hasta el cuarto piso, yo tenía ganas de soltarme y salir corriendo hasta mi casa, pero me daba pena con ellas. En el cuarto piso había una reja ella me preguntaron si yo tenía llaves. haciendo todavia el cieguito busque el candado y lo abrí. Les dije que de alli en adelante seguia yo sólo y que muchas gracias. ellas: ¿mañana si tienes como venirte del colegio? o ¿te acompañamos otra vez? yo: no, tranquilas, mañana me van a buscar. ellas: ahh bueno...

A la semana siguiente el mismo dia me las encontré, tecnicamente me choqué con ellas, yo corría jugando con una pelota no vi a las señoras y me choque con una de ellas. Ellas: ¿tu no eres el cieguito? yo hice lo que todo niño descubierto flagrantemente haría, salí corriendo como alma que lleva el diablo, doblé por la esquina más cercana , seguí corriendo y corriendo hasta que llegué a mi casa. Nunca más las volví a ver, espero que crean que fue un milagro, una equivocación o algo así, porque si se enteran de que estaba actuando, y que las hice caminar mucho, subir 4 pisos, cargarme la maleta( pesaba casi tanto como yo) y seguro rezar por mi bienestar, sin ninguna razon verdadera... me daría mucha verguenza.

Por otra parte, eso me hace pensar que soy muy buen actor...

2 comentarios:

Mire dijo...

yo de niña siempre le tenía algo así como miedo a los ciegos pero a la vez me despertaban una curiosidad enorme, aún me pasa, siempre he sentido que tienen un mundo aparte, que nosotros los que vemos nunca tendremos acceso...siempre me quedé con ganas (como en ese libro de Sábato) de seguir a un ciego porque, no sé, a lo mejor abre una puerta de la ciudad hacia lo desconocido

Rozanel dijo...

Jajaja! casi me caigo de la risa con "virtualmente retardado".
Por otro lado, con respecto a lo de los ciegos, en estos dias me encontre con uno en el carro por puestos, me hablo y hablo de las cosas que recuerdome dijo que los chavistas eran buenos y los copeyanos y adecos malos (no se si sepas algo de nuestra situacion politica), incluso tomo mi mano y comenzo a guiarla a traves de un libro indicandome un monton de partes mas aparte de las que yo ya conocia. Fue una experiencia increible compartir un poco de su mundo.
Saluditos!