2005-05-09

Pandora, mi vampiro personal

A Pandora, la vampiro, la conocí un sábado en la tarde, me encontraba asistiendo a un grupo de teatro y ella me pareció una mujer simpática venida del oeste cabalgando sobre el viento sólo para recordarme que estar vivo puede ser divertido. Cuando se terminó la sesión del grupo intercambiamos un par de palabras, luego todo el grupo decidió salir a beber unas cuantas cervezas para celebrar el inicio del grupo. Mientras bebíamos no nos dijimos, nada, yo me sentía, como si estuviera coqueteando, con dos mujeres( ninguna de ellas era Pandora) en un momento de la noche la vi pasándose un broche metálico y brillante por todo el rostro, y me encontré embelesado observándola y deseándola( no en el sentido sexual).

Descubrí con sorpresa que vivía cerca de mi apartamento y que podría irme en un bus con ella dialogando tranquilamente, tal y como he hecho en muchas otras ocasiones. Ella decidió irse a pie, porque al parecer le gusta caminar, y yo quise acompañarla, no estoy seguro de que ella así lo deseara y no sé si en verdad me importe. Acompañamos al profesor hasta el teatro de la carrera, al cruzar una calle ella me tomó de la mano y me jaló, después del teatro caminamos hasta la calle 116. durante todo ese tiempo hablamos de todo un poco y me siento enamorado de ella. Una vez más no sé si me importa si ella me gusta o no, toda ella me recordó una vampira, su manera de caminar como si volara, el fuego de sus ojos, su manera tan practica, y para mi extraña, de abrigarse.

Está en ultimo semestre de psicología, y si le sale un trabajo en Santander se irá sin pensarlo dos veces, yo la quiero o eso creo, pero entiendo el que quiera irse, si yo fuera su novio no sería siquiera capaz de pedirle pensarlo dos veces. Entiendo su busca de independencia, entiendo su personalidad tan libre, siento que si yo hubiera sido mujer hubiera querido ser como ella. No pienso intentar conquistarla, no quiero ser las cadenas en sus pies que la retengan, no permitiría que por su cabeza pasara el pensamiento de quedarse. Solo quiero quererla mientras ella esté aquí, lo que no sé es si decirle a ella que la quiero como hacía mucho no quería, y pedirle que entienda que no deseo tener nada con ella, que le doy gracias por recibir , que es mi privilegio y que no quiero nada en retorno. O Tal vez no debería decirle nada y quedarme callado mirándola, soñándola y deseándola en silencio, diciéndome a mi mismo que el silencio es lo mejor, desbordarla con regalos y con todo cuanto yo pueda ofrecerle sin que ella sepa con seguridad si siento algo por ella. O de pronto debería intentar olvidarme de que ella existe, de todo lo que de ella, mucho o poco, conocí; mirarla con los ojos vacíos como se mira el vacío en el que estaba una persona que ya no está, esa silla en que él o ella se sentaba, ese sitio al lado del radio en el que el o ella miraban al cielo y escuchaban música, los sitios que han perdido su significado porque ya el o la que le daba el sentido ya no está. En fin ¿Debo mirarla como si fuera un cascarón de vampira, vacío y silencioso?

1 comentario:

Rozanel dijo...

Decrile o no es como para pensarlo... depende de muchas cosas... pero aprovechala mientras la tengas! no la olvides tan anticipadamente!