Mambru se fue de la guerra, no hay dolor, no hay dolor, que pena

Pues eso, me he retirado de la beligerancia antiintelectual, revolucionaria por su poco deseo de ser revolucionaria, no creemos en palabras, ni en numeros, ni en la superioridad del arte actual, repetiamos una y otra vez. y no sé si ahora vaya a creer de nuevo en la magia de las palabras, si escribes algo muy detallado y de verdad deseas que suceda desde el fondo de tu alma, va a suceder, porque las palabras son magicas.

ME retiré de la beligerancia antiintelectual, pero no pienso unirme a los intelectuales, voy quedarme en la mitad caminando hacia un lado o hacia el otro segun mis ideas me lo ordenen, quiero jugar de arbitro, volver a creer en los numeros como una fuente de paz y tranquilidad, pero sin que por eso me olvide de lo dulce que es encontrarse sin dios ni diablo. No extraño nada de mi pasado, eso me produce pena...

Decir adios no es facil, ni a las ideas ni a las personas, hay alguien a quien voy a tener que decirle adios pronto y no tengo ganas de hacerlo. Igual se lo dire, y luego ella me dara la espalda y la vere desaparecer para siempre. Dicen que decir adios es empezarse a preparar para decir bienvenido, espero que la preparación sea corta.